El Instituto “La Inmaculada” forma parte de la Obra de los Hijos de la Inmaculada Concepción, familia religiosa formada en Italia, por el Beato Luis María Monti en 1857, en cuyo carisma se evidencia la asistencia a los enfermos y la educación de la juventud huérfana, abandonada y necesitada de asistencia.
De acuerdo al Carisma Congregacional, el Colegio La Inmaculada busca seguir la visionaria idea del Padre fundador: el espíritu de Familia, la bondad cordial con los asistidos y en toda relación humana, compromiso e idoneidad en la acción educativa, respeto y gentileza en el trato, educar en forma personalizada, atento a la idiosincracia de cual en su singular y original presencia en el mundo.
La historia del Instituto La Inmaculada se remonta al año 1947 cuando, en terrenos donados por la señora Paula Ipola de Francois, en lo que hoy es el barrio Villa Rivera Indarte de la ciudad de Córdoba, da inicio “Hogar La Inmaculada” para niños de nivel primario. En sus orígenes el Hogar funcionó en una vieja casona conocida por entonces como “La Floreciente”, hoy “San José” ubicada en los fondos del actual campo de deportes del Colegio.
Recién en 1961, en terrenos comprados por los Hermanos, se construye el actual edificio del hoy Instituto “La Inmaculada” donde inicialmente se formaron maestros normales nacionales para cumplir su misión educativa dentro del mismo Hogar.
A lo largo de estos años de Historia, la Institución ha ido creciendo y dando respuesta a las necesidades educativas de la población del sector contando en la actualidad con Nivel Inicial, Nivel Primario y Nivel Medio.
El Nivel Inicial cuenta con 8 secciones de salas de 4 y 5 años proyectándose incorporar las salas de 3 en el futuro.
El Nivel Primario cuenta con 24 secciones y el Nivel Medio posee tres orientaciones Gestión, Cs Naturales y Turismo sumando en total 17 secciones en la actualidad.
La Institución lleva ya más 75 años de vida, en los que han pasado por la misma muchas personas importantes: Hermanos, Profesores, Directivos; pero por sobre todo alumnos. Miles de niños y jóvenes que a lo largo de su escolaridad han aprendido y vivido en nuestra casa el carisma del Padre Monti, el espíritu de familia, el gozo por la educación y la vida en comunión con Jesús y María Inmaculada.